El sector asegurador se encuentra ante un punto de inflexión. El 2026 Global Insurance Outlook, elaborado por Deloitte, advierte que el mercado entra en una etapa en la que la consolidación de los corredores, la transformación tecnológica y la redefinición del valor para el cliente serán los ejes que configuren el nuevo mapa del sector asegurador.
El estudio subraya que, aunque el actual ciclo de mercado duro parece llegar a su fin, las presiones sobre las aseguradoras no desaparecerán. A la volatilidad económica y geopolítica se suman el impacto creciente del cambio climático, la concentración de la distribución y unas expectativas de los asegurados cada vez más exigentes.
En este contexto, el informe advierte que el modelo de gestión tradicional —el conocido “business as usual”— ya no será suficiente. Las compañías deberán repensar su forma de operar, relacionarse y crecer, con estrategias más flexibles, colaborativas y centradas en el cliente.
La consolidación del canal redefine el equilibrio de fuerzas
Uno de los aspectos más relevantes que aborda el estudio es la consolidación de la distribución independiente, un fenómeno que está cambiando la relación entre aseguradoras y corredores. La concentración de intermediarios —a través de fusiones, adquisiciones y alianzas estratégicas— aumenta el poder de negociación del canal y obliga a las entidades a replantear su forma de colaborar.
Los corredores, cada vez más estructurados y profesionalizados, dejan de ser simples intermediarios para convertirse en socios estratégicos, capaces de influir en la selección de productos, en la estrategia comercial y en la experiencia final del cliente.
“La concentración de la distribución complica las estrategias tradicionales de las aseguradoras y acelera la necesidad de diferenciación, tanto en producto como en servicio y en capacidad tecnológica”, destaca el informe.
Las aseguradoras están respondiendo con iniciativas como el desarrollo de productos exclusivos para redes o colectivos concretos, la creación de nuevos modelos de colaboración basados en datos compartidos, y la integración digital mediante APIs que conectan directamente los sistemas de las corredurías con los de las aseguradoras, mejorando la eficiencia y la trazabilidad del negocio.
Claves de la consolidación del canal
La concentración del negocio en grandes corredores y grupos de distribución está otorgando al canal un mayor poder de negociación, permitiéndole influir de forma más directa en las condiciones comerciales y en el desarrollo de productos. Esta evolución está transformando también el rol del mediador, que pasa de ser un mero intermediario a convertirse en un auténtico consultor, capaz de ofrecer asesoramiento integral y aportar valor añadido tanto a clientes particulares como a empresas.
La integración tecnológica se ha convertido en otro factor decisivo. La conectividad y los sistemas abiertos permiten automatizar procesos, mejorar la eficiencia y ofrecer propuestas personalizadas en tiempo real gracias al uso de APIs y plataformas compartidas. En este nuevo entorno, la relación entre aseguradoras y corredurías tiende a basarse en colaboraciones estratégicas de largo plazo, en las que se comparten datos, análisis y objetivos comunes de crecimiento.
Tecnología y talento: el nuevo motor del sector
Más allá de la distribución, la modernización tecnológica se consolida como uno de los pilares de la transformación. El foco ha pasado de la planificación a la ejecución de casos de uso reales de inteligencia artificial a gran escala, apoyados en datos de calidad, arquitecturas seguras y sistemas actualizados.
El éxito de esta transformación dependerá de la capacidad de las organizaciones para preparar a sus equipos humanos. La captación de talento digital, la formación continua y la convivencia entre experiencia y nuevas competencias serán esenciales para competir en un entorno cada vez más automatizado y basado en la analítica.
Ramo No Vida: innovación y resiliencia
En el negocio de Daños y Responsabilidad (P&C), el estudio prevé una presión sostenida sobre los márgenes y un crecimiento más moderado de las primas. A la inflación de costes se suman fenómenos meteorológicos cada vez más graves, que encarecen la transferencia de riesgo a los reaseguradores.
Para afrontar esta volatilidad, las aseguradoras están recurriendo a estructuras de financiación alternativas como los sidecars, instrumentos financieros que permiten compartir el riesgo con inversores externos y aumentar la capacidad de absorción frente a grandes siniestros.
Al mismo tiempo, la inteligencia artificial, los sensores IoT, la analítica geoespacial y los drones están revolucionando la prevención y la gestión de riesgos, ayudando a anticipar siniestros y reducir pérdidas.
Hacia un seguro más humano y conectado
El informe concluye que los clientes esperan mucho más que una compensación económica. Buscan rapidez, personalización y empatía, tres cualidades que marcarán la diferencia entre las aseguradoras del futuro.
Los modelos híbridos, que combinan tecnología con atención personalizada, se consolidan como la fórmula más eficaz para mantener la confianza y reforzar la relación a largo plazo.
Las cinco prioridades estratégicas del seguro para 2026
- Modernizar los sistemas y la gestión del dato para impulsar la eficiencia y la IA.
- Transformar el talento, fomentando la colaboración entre personas y tecnología.
- Forjar alianzas estratégicas con reaseguradoras, tecnológicas y gestoras de activos.
- Poner al cliente en el centro, con experiencias ágiles, coherentes y empáticas.
- Gestionar el riesgo de forma proactiva, apoyándose en analítica predictiva y datos en tiempo real.
El informe concluye con un mensaje claro: para prosperar en un entorno de concentración y cambio, las aseguradoras y los corredores deben abandonar el “business as usual” y evolucionar hacia modelos basados en la innovación, la colaboración y la confianza.
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Fuentes: 2026 Global Insurance Outlook (Deloitte, octubre 2025)