Seguros

La DGSFP eleva el listón: Cumplimiento normativo, la clave para la sostenibilidad y reputación de las corredurías de seguros

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By La Redacción

En un contexto cada vez más regulado y competitivo, las corredurías de seguros tienen un reto común: cumplir rigurosamente con las normativas que marca la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP). Así lo ha puesto de relieve Montserrat Domenech, directora del área Legal de ERSM, en su  presentación sobre cumplimiento normativo, en la que alerta de las graves consecuencias que puede tener el incumplimiento y enfatiza que “el testigo no puede caer”.

Desde multas millonarias hasta la pérdida de autorización para operar, pasando por un daño reputacional irreversible, el mensaje es claro: ignorar la normativa no es una opción.

Una carrera de relevos que requiere preparación constante

La DGSFP exige a las corredurías un cumplimiento exhaustivo en distintos frentes: formación, transparencia, capacidad financiera, protección de datos, prevención del blanqueo de capitales y más. Todo esto bajo el principio de que el cliente debe estar en el centro de la actividad.

“Cada actor en la cadena —empleados, directivos, colaboradores y socios— debe estar formado, comprometido y auditado”, explican desde ERSM. Para ello, la formación inicial y continua es obligatoria, con programas diferenciados según el nivel de responsabilidad. Además, todas las actividades formativas deben ser documentadas y estar a disposición del regulador.

Transparencia y ética como pilares del negocio

La normativa actual, con el Real Decreto-ley 3/2020 como principal referencia, exige también contar con seguros de responsabilidad civil, políticas de privacidad robustas y sistemas para separar fondos de clientes. Todo esto debe reflejarse en registros, informes, contratos y plataformas digitales, siempre con trazabilidad y acceso por parte de la DGSFP.

Pero más allá del cumplimiento formal, la ética y la transparencia son cada vez más valoradas por los clientes, que exigen garantías de que su dinero y sus datos están protegidos. “Cumplir con la ley no es solo una obligación legal; es una herramienta estratégica de confianza y reputación corporativa”, afirman en ERSM.

Gobierno corporativo: más que una estructura, una cultura

El documento también destaca la importancia de adoptar políticas corporativas alineadas con las mejores prácticas en ética, conflictos de intereses, privacidad, y prevención de riesgos penales. Esto incluye desde códigos de conducta hasta canales de denuncias internos, que también deben estar accesibles para proveedores y colaboradores.

Un mensaje para todo el sector

La conclusión es inequívoca: el cumplimiento normativo no es responsabilidad exclusiva del área jurídica o de compliance, sino una misión compartida. Solo así se protege el futuro de las corredurías y se refuerza su papel como actores confiables del sector financiero.

En palabras de Domenech: “Invertir en cumplimiento es invertir en sostenibilidad empresarial”. Y en una industria donde la confianza lo es todo, no hacerlo puede ser el mayor riesgo de todos.

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